Las albóndigas nos facilitan el dar de comer carne a los niños. Están libres de huesos, se cortan fácilmente con el tenedor y esa forma redondita es muy atractiva para ellos. Y la salsa, una muy rica y agridulce, la de limón.
Albóndigas de pollo al limón
Estas albóndigas de pollo al limón son el segundo plato perfecto. No quedará ninguna en el plato de lo ricas que están.
Imagen: Bronmarshall