El arroz con pollo es uno de los clásicos de nuestras recetas cotidianas. Es económico, completo en nutrientes como las proteínas, los hidratos de carbono y las sustancias de las verduras, energético y por supuesto delicioso. A los niños les suele gustar mucho, con los gustos particulares de cada uno. Más o menos caldoso, con muslitos o con pechuga, con más o menos especias, con más o menos verdura.
Pero hay niños que son más que rebeldones para comer y rechazan la verdura que contiene el arroz, porque no les gusta su sabor y/o por encontrarse los trocitos de tomate, pimiento, ajo o cebolla. Tal vez hayamos probado a batir el sofrito, pero los muy astutos siguen notando que las verduras siguen ahí. ¿Las eliminamos y perdemos la gracia que le dan al guiso y sus nutrientes? ¿Habrá otra manera de preparar el arroz de modo que parezca distinto?
Pues sí, en esta receta incluimos algunas verduras de sabor suave pero que aportan jugosidad y sustancia al plato y hemos eliminado otras, así como hemos prescindido de añadir especias o aliños que puedan recordar a los pequeños al arroz con pollo «amarillo», como son el pimentón, el azafrán, el laurel, el vino, el ajo y el colorante.
Arroz con pollo
Esta receta de Arroz con pollo no es la habitual y está buenísima así que no dejes de probarla
Imagen: Arroz SOS