Las patatas bravas son un clásico entre las tapas de los bares y tabernas españoles. Unos las prefieren sólo con la salsa picante, otros con mayonesa, otros con salsa rosa, otros más o menos fritas, casi todos las queremos cortadas a cuadritos… Más o menos picantes, el caso es que a las patatas bravas no hay quien se resista. Si estáis en casa y no os apetece salir, ¡una de bravas!
La salsa brava en sí suele ser un secreto de cada bar. Hay sitios en los que hacen una casera que suele componerse de tomate con pimentón dulce y/o pimentón picante o guindilla. Algunos le añaden un poco de vino.
Las patatas deben estar tiernas por dentro y doradas por fuera, pero nunca demasiado crujientes y tostadas, aunque para gustos, los colores.
Imagen: Wikimedia
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