A veces compramos láminas de hojaldre o de pasta brisa para hacer tartas saladas sin pensar que podemos hacer en casa una base sencillísima que, aunque no tiene las mismas características que las anteriores, nos sirve estupendamente para este tipo de preparaciones.
La que os propongo yo solo tiene harina, agua, aceite y sal. Queda crujiente y se prepara en muy poquito tiempo. Lo podéis ver en las fotos del paso a paso.
El horneado lo haremos en dos fases: primero en blanco, con un peso encima (yo he utilizado alubias secas) y después con el relleno que hayamos preparado.
Tenedla en cuenta para vuestras quiches, es económica y sin aditivos.
- 200 g de harina
- 100 g de agua templada
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Ponemos la harina en un bol. Añadimos el agua, el aceite y la sal.
- Mezclamos todo bien, primero con una cuchara y luego con las manos.
- Trabajamos la masa al menos durante 2 minutos, haciendo los movimientos que se ven en las fotos.
- Cubrimos la masa con el mismo bol y la dejamos reposar, al menos durante 30 minutos.
- Pasado ese tiempo la estiramos sobre una superficie enharinada, con un rodillo.
- La colocamos sobre nuestro molde que habremos preparado previamente, untándolo con mantequilla y pan rallado.
- Ponemos papel de horno sobre la masa y legumbre seca.
- Horneamos a 180, sin el relleno durante 10 minutos.
- Retiramos el papel con la legumbre. La rellenamos como nos interese y horneamos de nuevo hasta que el relleno y la masa estén hechos (unos 30 minutos aproximadamente).
Más información – Quiche de jamón y queso ¡a cenar!
Sé el primero en comentar