Es un bizcocho bicolor porque se hace con dos masas. Una es más oscura, gracias a la zanahoria rallada y al azúcar integral y, la otra, más clarita.
Son masas diferentes y no solo por la incorporación de estos dos ingredientes. De hecho, una se hace con aceite y otra con mantequilla.
Al llevar zanahoria lo mejor es conservar el bizcocho en el frigorífico, así nos aseguramos de que esté en perfectas condiciones.
- 2 huevos
- 50 g de azúcar blanquilla
- 70 g de azúcar integral de caña
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra
- 125 g de harina
- 8 g de levadura de repostería
- 100 g de zanahoria rallada (2 unidades)
- 110 g de azúcar
- 90 g de mantequilla blanda
- 2 huevos
- 110 ml de leche
- 200 g de harina
- 8 g de levadura de repostería
- Ponemos en el vaso los huevos y el azúcar.
- Lo montamos.
- Añadimos el aceite y mezclamos.
- Incorporamos la harina y la levadura seguimos mezclando.
- Rallamos las zanahorias en un robot de cocina.
- Incorporamos la zanahoria rallada a la mezcla anterior.
- Mezclamos bien. Reservamos.
- Lavamos y secamos el bol.
- Ponemos en el bol la mantequilla y el azúcar.
- Montamos.
- Añadimos los huevos y montamos de nuevo.
- Añadimos la leche, la harina y la levadura. Mezclamos todo bien.
- Preparemos el molde poniendo papel de horno.
- Echamos ⅔ de la masa blanca.
- Ponemos sobre esa masa la que hemos preparado al principio, la más oscura.
- Ponemos ahora encima el resto de la masa blanca.
- Precalentamos el horno a 180º. Horneamos a esa temperatura durante 50 minutos aproximadamente. Tras los primeros 40 minutos podemos cubrirlo con papel de horno para que no se dore demasiado la superficie.
Más información – Bizcocho de zanahoria con glaseado de mascarpone y limón
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