En lugar de harina de trigo vamos a emplear la de maíz, libre de gluten y por tanto apta para celíacos. El bizcocho sale igual de tierno y esponjoso que si lo hiciéramos con harina de trigo. Para darle alegría al pastel vamos a emborracharlo con algún almíbar que podemos aromatizarlo con licores, ralladuras, miel, especias zumos o mermeladas.
Vía: Lamambalina