Ingredientes
- 200 g de arándanos
- 100 g de queso cremoso
- 3 cucharaditas de azúcar vainillado
- 2 cucharadas de leche
- 250 g de harina
- 2 cucharadas y 1/2 de levadura química
- 1/2 de bicarbonato sódico
- 1 huevo
- 100 g de azúcar,
- 80 ml de aceite de girasol
- 200 g de yogur natural
- 250 g de nata
- mantequilla para untar.
Estas magdalenas te gustarán no sólo por su textura suave que les da entre otros ingredientes el yogur y el queso cremoso, sino porque albergan en su interior una sorpresa: arándanos. Los frutos pueden ser frecos, congelados o en conserva, aunque lo ideal es usar fruta del tiempo.
Preparación:
Precalentamos el horno a 180º C y untamos un molde múltiple para magdalenas (si son de silicona no hace falta). También podemos usar moldes de papel.
Primero, en un cuenco amplio mezclamos el queso con una pizca de azúcar vainillado y la leche. Reservamos. En otro recipiente, mezclamos la harina, la levadura, el bicarbonato. Aparte, batimos el huevo e incorporamos el azúcar, una pizca de azúcar vainillado, el aceite, el yogur y 50 g de nata. Poco a poco, incorporamos la mezcla de harina a los ingredientes húmedos mezclando hasta que queden incorporados pero que quede algo grumosa.
Distribuimos la mitad de la masa en los moldes. Añadimos encima una cucharada de la crema de nata y queso, unos arándanos en el centro de cada molde (reservar algunos para decorar) y recubrimos con el resto de la masa. Cocemos las magdalenas en la parte media del horno unos 25 minutos. Una vez cocidas, dejar reposar 5 minutos más en el molde. Desmoldar y enfriar sobre una rejilla. Como sugerencia de presentación, podemos montar el resto de la nata con el azúcar vainillado sobrante para acompañar a las magdalenas y adornamos con las bayas reservadas.
Imagen: veggefoodie
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