Uvas con queso, saben a beso. ¡Y qué verdad que es¡ Las frutas con los quesos suaves resultan ideales. El dulzor de la fruta contrastando con el ligeramente sabor agrio y salado del queso es una explosión de sabores que seguro que los niños no olvidarán.
Combinando las proteínas del queso y los hidratos y vitaminas de la fruta tenemos una combinación nutritiva y divertida. Por ello, vamos a hacer unas brochetas de uvas con queso, aunque a la hora de elegir las frutas os damos total libertad, ya que casi todas funcionan bien con el queso.
Podéis elegir las frutas que más gusten a los niños. Ellos mismos las podrán elaborar. Eso sí, con cuidado al pelar la fruta y trocearlas. Nosotros hemos elegido uvas, muy de la época y más fácil de limpiar y preparar.
Como queso, podéis optar por un queso de burgos o un semicurado.
Y como toque final, nos hemos permitido un atrevimiento. Hemos mezclado mermelada de naranja con aceite de oliva y yogur. Es una mezcla deliciosa.
Preparación
Quitamos las uvas de su racimo y las lavamos. Si es más cómodo para los niños, podemos quitarles la piel y despepitarlas, aunque la brocheta puede que no quede tan lucida.
A continuación, cortamos el queso en pequeños daditos.
Para preparar la salsa, batimos con el tenedor dos cucharadas de mermelada de naranja, dos de yogur natural, una pizca de sal, aceite y un poco de canela en polvo.
Ensartamos las uva y el queso alternativamente en la brocheta y rociamos con la salsa o servimos aparte.
Es un plato que sirve como aperitivo, merienda o postre.
Imagen: Elle
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