Ingredientes
- 2 cebollas blancas grandes
- 2 cucharadas de harina de trigo
- sal
- aceite para freír
Unos grandes almacenes suecos especializados en decoración han hecho muy famosa a la cebolla crujiente. Este tipo de cebolla es un plus en la textura y el sabor en los platos que la contienen. Se suele servir con perritos calientes o hamburguesas, pero no quedaría mal a modo de topping en purés o pescados a la plancha, por ejemplo.
Preparación:
1. Pelamos y picamos la cebolla en dados muy pequeños. La introducimos en una bolsa hermética de plástico y le agregamos la harina. Cerramos la bolsa y la agitamos enérgicamente para impregnar bien la cebolla de harina.
2. Ponemos el aceite a calentar a fuego medio en una sartén amplia. Cuando el aceite esté casi humeando, añadimos la cebolla con mucho cuidado de que no salte el aceite.
3. Removemos un poco y dejamos unos segundos para que la cebolla se dore. La extendemos bien sobre un plato amplio cubierto de papel de cocina para que recoja el exceso de grasa y echamos un poco de sal por encima. Dejaremos que la cebolla se seque para que quede bien crujiente.
4. Una vez seca, la pasamos a un tarro para conservarla una o dos semanas.
Imagen: Spisa, Huffingtonpost
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