Estos choricitos nos sorprederán no sólo por su modo de prepararlos sino también por su textura crujiente. Los vamos a cocinar en llamas, de ahí ese nombre tan original de chorizos al infierno.
Para crear esas llamas vamos a utilizar alcohol. En este caso, brandy, pero podéis sustituirlo por otro siempre que tenga una graduación alta.
Vamos a utilizar una cazuela de barro. Para que el alcohol prenda bien os aconsejo que la cazuela esté bien caliente. Aquí tenéis unas fotos del paso a paso para que os hagáis una idea del proceso.