Preparar pasta fresca en casa no es difícil. Los ingredientes que necesitamos son solo dos: harina, huevos. Tenemos que mezclarlos hasta conseguir una masa como la que se ve en la foto. Luego solo nos quedará extenderla hasta conseguir láminas muy, muy finas y darle la forma deseada.
Para extenderla podemos utilizar un rodillo y, mejor aún, la nonna papera, que es como se llama en Italia la máquina específica. Esta máquina también nos permite cortar la masa ya extendida, por ejemplo, en forma de tagliatelle.
Venden harinas especiales para preparar pasta fresca. También encontramos en el mercado huevos con la yema más naranja, perfectos para estas preparaciones.
Recordar las proporciones de harina y huevo es muy sencillo. Siempre es 1 huevo por 100 g de harina. Fácil, ¿verdad? No le echéis sal, este ingrediente lo pondremos luego, en el agua de cocción.
La pasta fresca se cuece en agua ligeramente salada. Cuando el agua hierva, echamos la sal y la dejamos cocinar unos pocos minutos (necesita mucho menos tiempo de cocción que la pasta seca). Una vez cocida, la escurrimos ligeramente y la servimos con nuestra salsa favorita.