Estas copas de crema fría de guisantes con tomate y jamón crujiente son una buena alternativa cuando el calor aprieta. Es una idea fantástica para tomar legumbres en verano.
Si os fijáis la idea parte del clásico plato de guisantes con jamón pero actualizado para poder tomar en verano. También le hemos dado una presentación más chic utilizando copas de Martini que hemos enfriado para evitar que la crema se caliente en exceso al servirla.
Esta presentación, aunque sea especial, también la podemos usar en casa. Aunque es una buena alternativa para preparar en una reunión informal o incluso en un bufé porque las copas llevan menos cantidad que un plato hondo.
Tanto si utilizas copas como platos, no olvides poner el jamón justo antes de servir. Si dejas el plato montado el jamón cogerá humedad y perderá el toque crujiente. También hay que tener cuidado a la hora de añadir sal porque el jamón crujiente aporta más sal que el jamón en crudo. Así que, vale más, dejar la crema de guisantes un poco sosa que pasarse de sal porque corremos el riesgo de arruinar nuestras copas de crema fría de guisantes con tomate y jamón crujiente.
- 100 g de guisantes
- 60 g de aceite de oliva (50 g + 10 g)
- 50 g de nata líquida para cocinar
- 2 tomates
- 50 g de jamón ibérico en finas lonchas
- Sal y pimienta
- Lo primero, como siempre, preparar los ingredientes.
- Cocemos los guisantes en una olla con un vaso de agua durante 20 minutos a fuego medio.
- Mientras, rallamos los tomates bien lavados y secos. Así obtendremos un puré de la pulpa de tomate.
- Aliñamos con 10 g de aceite de oliva y sal. Reservamos hasta el momento del montaje.
- Una vez cocidos, los escurrimos reservando el agua de cocción.
- Los ponemos en el vaso de la batidora, salpimentamos y trituramos junto con la nata hasta obtener una crema suave y fina. Si fuera necesario podemos añadir parte del agua de cocción para obtener una textura más líquida.
- Ajustamos de sal y emulsionamos con los 50 g de aceite de oliva. Así nos quedará una crema suave y ligera pero con más cuerpo. Reservamos en la nevera durante al menos 1 hora.
- Sobre un plato ponemos una hoja de papel de cocina, colocamos las lonchas de jamón ibérico y las tapamos con otra hoja de papel. Introducimos el plato en el microondas y las tostamos durante 2 minutos controlando que no se quemen. Una vez transcurrido el tiempo, retiramos la hoja superior y dejamos enfriar.
- Cuando haya alcanzado la temperatura ambiente las deshacemos con los dedos. Estarán muy crujientes y quebradizas.
- Para el montaje, repartimos las crema de guisantes fría entre las copas también frías. Procuraremos que todas tengan, aproximadamente, la misma cantidad. Ponemos por encima un par de cucharadas del tomate rallado y aliñado. Coronamos con las virutas de jamón crujiente. Servimos inmediatamente para que el jamón no se humedezca y pierda su textura.
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