Disfrutamos del otoño con cremas tan sencillas como esta. No nos vamos a complicar troceando la calabaza (sabéis que está muy dura) sino que la vamos a hornear primero, con la propia piel.
Una vez asada rescatar la pulpa será muy fácil. Pero no solo eso, al hornearla el sabor de la calabaza es aún más rico y eso se nota en el resultado de la crema.
La vamos a hacer con leche de soja, así la pueden tomar incluso las personas intolerantes a la lactosa.
Crema de calabaza asada con puerro y hierbas aromáticas
Una crema deliciosa perfecta para las cenas del otoño.
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