Se acabó el periodo de excesos y ahora toca cuidarse un poco. Y si es con cremas calentitas, como la de hoy, de calabaza y manzana, mejor.
Sencilla a más no poder, tiene un toque dulzón que gusta mucho a los más pequeños. Además se hace con muy poquitos ingredientes.
La única grasa que va a tener va a ser unas gotas de aceite de oliva virgen extra que pondremos en cada bol. Podemos enriquecerla con unos trocitos de pan tostado para darle un toque crujiente. Probadla porque seguro que os va a gustar.
- 500 g de calabaza (peso de la pulpa ya limpia)
- 250 g de manzana (peso sin piel ni pepitas)
- Agua
- Sal
- Pimienta
- Esta es la calabaza que he utilizado pero podéis usar otra variedad.
- Le quitamos la piel a la calabaza, necesitaremos 500 g de pulpa.
- La troceamos y la ponemos en un cazo o cacerola no muy grande.
- Pelamos la manzana, le quitamos el corazón y, troceada, la ponemos en mismo cazo.
- Añadimos el agua.
- Le ponemos un poco de sal y de pimienta y ponemos el cazo en el fuego.
- Dejamos que se cocine unos minutos a fuego medio.
- Cuando tanto los trozos de calabaza como los de manzana estén bien blanditos (a la calabaza le costará un poco más) trituramos todo con una batidora o con un robot de cocina tipo Thermomix. Antes de triturarlo todo podemos retirar un poco de líquido si consideramos que es demasiado. Siempre podemos añadirlo después si consideramos que nos ha quedado una crema demasiado espesa.
- Servimos caliente y ponemos en cada plato o bol un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Más información – Pan de hierbas aromáticas
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