La crema de hoy está dedicada a los más golosos. Es una crema de chocolate blanco que podemos utilizar para rellenar galletas o para untar rebanadas de pan.
A los niños, como no podía ser de otra manera, les gusta mucho, quizás porque se parece a las cremas que encontramos en el relleno de algunas galletas.
Al prepararla veréis que hace mucha espuma. Lo importante es tener paciencia y esperar a que tenga la consistencia adecuada. La crema se conserva muy bien en el frigorífico durante diez días.
- 220 g de azúcar
- 130 ml de nata
- 125 ml de agua
- 100 g de mantequilla
- 70 g de chocolate blanco
- Picamos el chocolate con el cuchillo y lo reservamos.
- En una cacerola ponemos el agua y el azúcar.
- La ponemos al fuego. Calentarlo durante unos minutos, hasta que empiece tener un ligero color dorado.
- Añadimos la nata y mezclamos bien. Cuidado porque hará mucha espuma.
- Dejamos que se cocine mezclando de vez en cuando hasta que la mezcla vaya adquiriendo una consistencia más espesa, muy cremosa.
- Lo retiramos del fuego y dejamos reposar unos minutos. Añadimos el chocolate blanco.
- También la mantequilla en trozos.
- Mezclamos hasta que quede todo bien integrado.
- Ponemos la crema en un bote de cristal o lo utilizamos para rellenar nuestras galletas o para la preparación que nos interese.
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