Les encantan. Están blanditas y tienen maíz y gambas así que son irresistibles para los más pequeños. Bueno, en realidad son unas croquetas irresistibles para todos.
Aunque tengáis ya vuestra receta estrella de croquetas os animo a que probéis esta. Para mí tienen la textura perfecta y un sabor delicioso.
Y si queréis que queden super crujientes no dudéis en hacer un doble rebozado. Seguid leyendo porque en el apartado de preparación os lo explico todo.
- 150 g de gambas pequeñas
- 1 cebolla mediana
- 60 g de mantequilla
- 60 g de harina
- 400 g de leche muy caliente
- Sal
- Nuez moscada
- 60 g de maíz escurrido (de lata)
- Aceite de girasol para freir
- Huevo y pan rallado para empanar
- Cocemos las gambas en agua. Las reservamos.
- En una sartén amplia ponemos la mantequilla y la cebolla. Pochamos la cebolla durante 10 minutos aproximadamente.
- Añadimos la harina y la rehogamos un par de minutos.
- Ahora vamos añadiendo la leche, poco a poco, sin dejar de remover, hasta que disolvamos toda la harina. Añadimos sal y nuez moscada y seguimos removiendo. Cuando veamos que la masa se despega de la sartén significará que está lista.
- En ese momento echamos las gambas que hemos cocido al principio y el maíz escurrido.
- Removemos para que quede todo bien integrado.
- Apagamos el fuego y ponemos nuestra masa en una fuente. La dejamos enfriar.
- Preparamos un bol con pan rallado y otro con huevo y leche
- Damos forma a nuestras bolitas y las rebozamos en huevo y pan rallado. Para que queden super crujientes podemos hacer un doble rebozado que sería: huevo, pan rallado, huevo y pan rallado.
- Las freímos en abundante aceite de girasol.
- ¡Y a comer!
Fuente – Hiro Shoda
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