El otro día nos sobró pollo asado y no tuve duda: la mejor forma de aprovecharlo sería haciendo croquetas.
Para hacerlas tenemos que quitar las pieles y los huesos del pollo, picar bien la carne y preparar nuestra bechamel. No os olvidéis de añadirle unas hierbas aromáticas para cargar nuestras croquetas de sabor.
Yo luego suelo congelarlas, así solo tengo que freírlas cuando voy un poco apurada de tiempo para preparar la cena.
- 50 g de mantequilla
- 50 g de aceite de oliva
- 100 g de harina
- 1 litro de leche
- 250 g de pollo asado, sin huesos ni piel y en trocitos
- Hierbas aromáticas secas
- Sal
- Pimienta
- Nuez moscada
- Huevo batido y pan rallado para el rebozado
- Abundante aceite de girasol para freír
- Ponemos aceite y mantequilla en una sartén. Lo ponemos al fuego para que se caliente y funda la mantequilla.
- Añadimos la harina y la rehogamos.
- Incorporamos poco a poco la leche, mezclando continuamente para evitar que se formen grumos.
- Dejamos cocer la mezcla, mezclando en todo momento.
- Picamos bien el pollo, retirando antes los huesos y la piel.
- Cuando esté hecha la bechamel incorporamos la sal, la nuez moscada y las hierbas aromáticas.
- Añadimos a continuación el pollo picado e integramos todo bien.
- Dejamos enfriar nuestra masa de croquetas, primero a temperatura ambiente y luego en el frigorífico.
- Una vez fría, formamos las croquetas y las rebozamos pasándolas por huevo batido y pan rallado.
- Las freímos en abundante aceite de girasol.
Más información – Patatas salteadas con hierbas aromáticas
Sé el primero en comentar