Si en el post anterior sobre el sofrito aprendíamos qué era y lo que aportaba al plato, además de algunos consejos a tener en cuenta, en esta entrada vamos a seguir paso a paso la receta del sofrito.
Preparar un buen sofrito es fácil pero con esta receta te vas a asegurar de que quede perfecto
Ángela
Cocina: tradicional
Tipo de receta: verduras
Tiempo total:
Ingredientes
1 cebolla
1 tomate
1 pimiento verde
medio pimiento rojo
1 zanahoria
2 dientes de ajo
sal
aceite
Preparación
El primer paso es lavar, pelar y cortar las verduras. La cebolla la pelamos y le quitamos la primera capa si está deteriorada o la tocas y parece acorchada. La partimos por la mitad. Sobre una tabla y con un cuchillo afilado liso, sin dientes, podemos cortarla bien en juliana, es decir a tiras finas en vertical, o picada, para lo que tenemos que comenzar cortando como la juliana y luego hacer cortes transversales para que nos salgan cubitos de cebolla. Lo que sí hay que tener en cuenta al cortar las verduras es que todos los trocitos tengan más o menos el mismo tamaño para que se cocinen igualmente.
Al tomate le quitamos la piel con un cuchillo bien afilado. Si lo partimos en gajos podemos retirarle más fácilmente las pepitas. Una vez partido, lo picamos uniformemente al igual que la cebolla.
A los pimientos es necesario quitarles el rabito y las pepitas que tienen en su interior, así como las telillas blancas que tienen en las paredes, sobre todo los rojos. Una vez partidos, podemos trocearlos en finas rodajas, en tiras finas o bien picarlos. Es cuestión de observar el resto de los cortes y el efecto que queramos conseguir en la receta. Si no queremos que se noten las verduras, lo ideal es picar todo. Si queremos que las verduras tengan presencia, es mejor partir la verdura un poco más gruesa y a tiras.
La zanahoria hay que rasparla con el pelador de patatas o el cuchillo y quitarle los extremos. La cortamos bien en finas rodajas o bien picada.
Los dientes de ajo en el sofrito se añaden enteros y con piel normalmente en guisos potentes como la fabada o los de carne. En platos como la paella o el pescado en salsa, es mejor pelarlos y picarlos. Abrirlos por la mitad y quitarles el tallo central, es un truco para evitar que se repita.
Para empezar a cocinar las verduras ponemos al fuego una cacerola con el suficiente aceite como para que cubra la superficie. Cuando esté caliente comenzamos echando la cebolla y una pizca de sal, para que suelte el jugo. Cuando lleva unos minutos al fuego y vemos que ha perdido el agua y va empezando a perder el color blanco vivo, añadimos los pimientos, que son más duros que las otras verduras y tardan más en cocinarse, al igual que la cebolla. Pasados varios minutos añadimos el ajo y la zanahoria. Seguimos rehogando hasta que comprobemos que las verduras están tiernas. Por último, añadimos el tomate, que gracias a su gran cantidad de agua permitirá que las verduras acaben de cocerse y se fundan creando una especie de salsa espesa. Rectificamos de sal.
A un sofrito se le pueden añadir especias como las hierbas, el pimentón, la pimienta o el comino, ya según nuestro gusto y la receta que vayamos a preparar.
Esperemos que con estos consejos vuestros platos tengan un toque diferente que los haga más sabrosos y sanos.
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