Cuando hablamos de ragú siempre pensamos en esa salsa de carne, tomate y verduras que tan bien queda con cualquier tipo de pasta. Pero hoy vamos a preparar una receta más sencilla, una especie de ragú blanco.
Le vamos a poner carne picada, cebolla y calabacín. Sustituiremos el tomate por nata de cocina y obtendremos un plato de pasta muy cremoso que, también, gustará mucho a los niños.
Yo he utilizado carne de ternera pero se puede sustituir tranquilamente por carne de cerdo o por una mezcla de ambas.
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