Si ya de por sí los niños se pierden con los frutos secos, más le gustarán los frutos secos caramelizados. Se trata de bañar almendras, avellanas, cacahuetes, pipas e incluso kikos en almíbar, caramelo o miel y dejarlos secar un rato para que adquieran una película crujiente que nos provoque una explosión salada y dulce a la vez en la boca.
Tenemos ejemplos típicos de frutos secos caramelizados como las almendras garrapiñadas o el crocanti. Ambos sirven para cubrir o decorar tartas o helados, produciendo ese divertido contraste de texturas entre el crujiente de la almendra con caramelo y la suavidad del postre. Pero podemos ser más atrevidos y usar los frutos secos con caramelo en aperitivos como canapés y tartaletas agridulces, añadiéndolos picaditos en platos de carne y pescado e incluso en rebozados, o jugando con el sabor salado de algunos frutos secos como las pipas y los kikos con algunos postres.
Estas combinaciones tan originales son ideales para los platos de un menú festivo como la Navidad o alguna que otra celebración. Así que ya podéis estar inventando alguna receta para que nos contéis que tal fue.
Imágenes: Elle, Recetasdecocina, Lacocinadejoseluis
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