De ellas me encanta su textura y, por supuesto, su sabor. Lo original de estas galletas crujientes es que una de las harinas que se utilizan para realizarlas es la harina de maíz.
Ojo, no hay que confundir la harina de maíz con la maicena. La maicena en realidad es harina de fécula de maíz y esa no nos interesa en este caso. Aquí utilizaremos el grano de maíz triturado.
Llevan mantequilla y también manteca, quizás por eso saben a galletas de pueblo.
- 80 g de azúcar
- La piel de 1 limón
- 200 g de harina de trigo
- 100 g de harina de maíz (la amarilla y granulosa, no la confundáis con maicena)
- 1 cucharadita de levadura de repostería tipo Royal
- 50 g de mantequilla
- 50 g de manteca
- 3 yemas de huevo
- 30 g de leche (aproximadamente)
- Ponemos en una picador o en un robot de cocina el azúcar y la piel del limón.
- Rallamos.
- Ponemos esta mezcla de azúcar y ralladura de limón en la amasadora o en un bol más grandes si vamos a hacer la mezcla de forma manual.
- Os dejo una foto de las harinas. La amarilla es la harina de maíz, que no hay que confundir con maicena.
- Mezclamos el azúcar y la piel del limón, las dos harinas y la levadura con la mantequilla y la manteca. Incorporamos las yemas de huevo.
- Añadimos también la leche y seguimos mezclando.
- Nos tiene que quedar una masa que se pueda compactar con las manos. Si lo consideramos necesario podemos añadir un poquito más de leche (si vemos que no queda bien integrada).
- Extendemos la masa con un rodillo, entre dos laminas de papel de de horno.
- Cortamos las galletas con un cortapastas, con un cuchillo o con una ruleta. Las ponemos en una o dos bandejas de horno, dejando espacio entre ellas.
- Horneamos a 180º (horno precalentado) durante 15 minutos aproximadamente.
Más información – Bollos de manteca
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