Siempre sobra pan y acabamos tirándolo a la basura porque se ha endurecido y no sabemos aprovecharlo. Rallar pan nos puede parecer una tontería si en el supermercado lo encontramos ya preparado y muy económico. ¿Pero habéis probado alguna vez el pan rallado casero? Ni punto de comparación con el industrial.
El pan rallado casero le gana al envasado en textura, es más crujiente y granulado y por tanto los rebozados salen mucho mejor. Otra opción es usarlo para gratinar. Mezclamos el pan rallado con un picadillo de ajo y perejil y ya tenemos una masa perfecta para gratinar platos como carne troceada, verduras, filetes de pescado o mariscos.
Además de ajo y perejil, puedes enriquecer el sabor del pan rallado con queso en polvo, especias como la pimienta, el pimentón picante o el comino. También está muy rico con ralladura de limón.
Con lo que lo aliñes, el pan rallado gratinado nos sirve para hacer platos crocantes, más sabrosos y originales.
Imagen: Alberghiera, Tusrecetastv
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