Lo bueno de este plato es, además del tostadito, crujiente y cremoso del gratinado, la libertad de elección a la hora de meter las verduras que queramos. El calabacín, la patata, el puerro o las acelgas si nuestros pequeños son de sabores suaves; la berenjena, los pimientos, las alcachofas, el apio o el brócoli si los niños son de buen comer y de sabores fuertes. Sea como sea, esta receta es una forma excelente de comer verdura.
Entre los trucos para atraer a los niños a que coman este plato os podemos dar dos. Uno, jugar con los colores de las verduras para hacer el plato más llamativo. El otro, usar una forma de presentación original, empleando aros de emplatar o cortapastas para conseguir graciosas formas como círculos o estrellas.
Gratinado de verduras
Las verduras al horno son un manjar y si hacemos un gratinado de muchas de ellas, el resultado es delicioso
Imagen: Triateurdeparis