Los grisines o grissini son los equivalentes italianos a los colines o picos de pan españoles. En aperitivos o comidas son ideales para mojar en salsas, ayudarnos a empujar la comida o acompañar a quesos, embutidos y otros entrantes.
Os vamos a enseñar a hacer la receta básica. Si sois atrevidos, podéis jugar con el tipo de harina o con las especias para hacer vuestros propios grisines. Os damos una pista, probad a añadirle orégano o un poco de queso rallado a la masa.
Ingredientes: 300 gr. de harina de panadero, 7 gr. de levadura fresca, 15 ml. de aceite de oliva, 150 ml. de agua, un pizca de sal
Preparación: Primeramente disolvemos la levadura en el agua templada. Ahora mezclamos la levadura disuelta con la harina, el aceite de oliva y la sal. Amasamos hasta obtener una pasta homogénea. Hacemos una bola y la dejamos reposar en un recipiente engrasado y tapado a temperatura cálida hasta que doble su volúmen (aproximadamente una hora).
Pasado este tiempo, volvemos a amasar un poco y extendemos con un rodillo la masa. Cortamos tiras finas de la masa y las redondeamos. Disponemos estos palitos de masa sobre una bandeja de horno forrada con papel especial antiadherente. Cubrimos los grisines con un trapo paño y dejamos reposar otra media hora.
Ahora ya es tiempo de meterlos en el horno precalentado a unos 200 grados hasta que estén dorados y crujientes. Bastarán 10-15 minutos. Una vez estén fuera del horno, los dejamos enfriar sobre una rejilla.
Imagen: Italianfoodnet
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