Esta salsa mexicana tiene tres secretos para que salga buena. El primero está en saber darle el espesor adecuado, otro es intentar conservar el color verde del aguacate lo máximo posible evitando que se oxide, y por último saber equilibrar correctamente los ingredientes para darle al guacamole su auténtico sabor.
Para hacer el guacamole necesitamos: 2 aguacates maduros, 1 tomate pequeño, 1 cebollita, zumo de medio limón, sal, una pizca de tabasco, una hilito de aceite suave y cilantro fresco
Pelamos primero el tomate y los rallamos, dejando escurrir sus jugos. Picamos también la cebolla muy menudita. A continuación pelamos el ahuacate, lo partimos por la mitad, le quitamos el hueso y lo picamos bien. Cogemos un mortero grande y machacamos primero las hojas de cilantro, añadimos después el aguacate junto con la sal, la pizca de tabasco y el hilito de aceite. Seguimos machacando hasta obtener un puré de aguacate. Añadimos el zumo de medio limón y la cebolla y el tomate picados y mezclamos bien.
El guacamole es una salsa trabada y espesa, no demasiado batida, pero si os gusta más fina y cremosa podeís usar la batidora.
Imágenes: Phimariana, Lacocinademona, Cocinaycomidasana
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