Suele ser una legumbre que gusta a los niños, sobre todo si la consumen desde pequeños. Cuando son bebés disfrutan cogiendo los guisantes, uno a uno, con sus deditos, con la intención de llevárselos a la boca. ¡Les encantan!
Cocinarlos de este modo es de lo más sencillo. Además utilizamos guisantes congelados por lo que es una de esas recetas que nos sacan de un apuro en cualquier momento.
Si queréis que sean menos fuertes para los peques podéis sustituir el jamón serrano por jamón cocido. Y de segundo, ¿qué tal un platito de magro con tomate? Si pincháis en el link veréis la receta.
- Un chorrito de aceite
- 1 cebolla mediana
- 500 g de guisantes congelados
- 2 patatas
- 1 hoja de laurel
- ½ vaso de agua (y quizás un poquito más) -el agua se puede sustituir por caldo o por vino blanco-
- 100 g de jamón serrano en cubos
- Ponemos en nuestra sartén un chorrito de aceite.
- Troceamos la cebolla en cubitos pequeños y la rehogamos en el aceite. Necesitaremos al menos 10 minutos a fuego bajo.
- En ese tiempo pelamos y troceamos las patatas.
- Añadimos a nuestra cebolla los guisantes congelados, la hoja de laurel, las patatas y el medio vaso de agua. Ponemos la tapa en la sartén y removemos de vez en cuando comprobando de aún tienen líquido para la cocción. Si vemos que se están secando añadimos un chorrito más de agua, de caldo o de vino. Nuestros guisantes estarán en el fogón hasta que veamos que están cocidos (tardarán en cocerse unos 20 minutos o media hora aproximadamente).
- Antes de retirarlos del fuego, cuando estén prácticamente hechos, añadimos el jamón serrano. Seguimos cocinándolos unos minutos más.
- Y ya están, listos para servir.
Más información – Magro con tomate
Sé el primero en comentar