El bulbo de hinojo es perfecto para hacer ensaladas. Es crujiente, y con ese característico sabor anisado que tanto nos gusta. Pero hoy os vamos a enseñar a prepararlo cocido y rehogado con un poquito de mantequilla.
Así cocinado es ideal como guarnición. Probadlo con una carne a la plancha o al horno. Tendréis un plato no demasiado calórico y muy completo.
Y atención a las propiedades de esta hortaliza porque tiene un alto contenido en antioxidantes. Además, es rico en vitaminas y en minerales como el potasio y el selenio.
En Italia se consume muchísimo. Se puede tomar crudo (con un chorrito de limón es una delicia), al horno, en guisos, rehogado…
- 2 bulbos de hinojo medianos o 1 y ½ grandes
- 40 g de mantequilla
- Queso parmesano rallado
- Sal
- Hierbas aromáticas o pimienta recién molida
- Troceamos los dos bulbos en rodajas.
- Calentamos agua en una cacerola y, cuando esté caliente, ponemos en ella el hinojo ya troceado.
- Una vez cocido lo sacamos del agua.
- Ponemos una nuez de mantequilla en una sartén y rehogamos el hinojo que acabamos de cocer.
- Tras unos minutos lo sacamos a una fuente y ponemos queso rallado por encima.
- Podemos poner, además, unas hierbas aromáticas en la superficie o un poco de pimienta molida.
- ¡Y listo!
Más información – Cómo cocinar la carne de forma sana y ligera
Sé el primero en comentar