Milhojas de merengue

Cuando voy a una confitería siempre repaso la vitrina para elegir entre los pasteles tradicionales. Entre ellos, suelo elegir las milhojas. Me dejo llevar por su gran tamaño y el brillante del merengue… Si son buenas, disfruto con el contraste entre el crujiente hojaldre y el esponjoso merengue.

Atención, odio esas milhojas con el hojaldre reblandecido a causa de la humedad del merengue. Por ello debemos hacer un merengue italiano, bien duro y brillante. También tenemos que montar las milhojas con los ingredientes en frío.

Ingredientes para 2 milhojas: 1 lámina de hojaldre, azúcar glass, 5 claras de huevo, 400 gr. de azúcar, un poco de agua

Preparación: Estiramos la lámina de hojaldre hasta que quede bien fina y la cortamos en 6 partes rectangulares de igual tamaño. Pinchamos con un tenedor las láminas de hojaldre y las introducimos en el horno sobre una bandeja de papel de horno a 200 grados hasta que se doren bien. Las dejamos enfriar sobre la rejilla y continuamos haciendo el merengue.

Para ello ponemos 300 gr. de azúcar en un cazo junto con un poco de agua, disolvemos y dejamos hirviendo a fuego lento hasta que espese. Mientras, montamos las claras de huevo a punto de nieve. Cuando estén blancas y espumosas, vamos añadiendo poco a poco el azúcar restante. A continuación, añadimos el almíbar templado en forma de hilo sin dejar de montar el merengue.

Una vez frío, extendemos una capa de merengue sobre una lámina de hojaldre. Tapamos con otra lámina de hojaldre y volvemos a extender otra capa de merengue. Cerramos con la última lámina de hojaldre y repartimos bien el merengue por los laterales de cada milhoja.

Introducimos en el frigorífico durante 1 hora. Transcurrido este tiempo, espolvorearemos con azúcar glass y cortamos en porciones cuadradas de igual tamaño.

Imagen: Tusrecetas