Un dulce sencillísimo que se prepara en un momento, con muy pocos utensilios de cocina. Con nuestras manos formaremos una especie de pan que cocinaremos en el horno y que nos servirá para el desayuno o la merienda.
Lo he llamado pan pero por la forma, no por la textura ni porque lleve levadura de panadería. Lo prepararemos con mantequilla y, en este caso, irá aromatizado con la piel rallada de un limón. Podéis aromatizarlo con piel de naranja o con un chorrito de licor.
No esperéis un dulce esponjoso porque no lo es. Recuerda más a los roscos tradicionales o las galletas caseras.
- 2 huevos
- 80 g de mantequilla
- 300 g de harina
- 100 g de azúcar
- La piel de 1 limón bio
- 8 g de levadura en polvo tipo Royal
- 1 pizca de sal
- Leche para pincelar la superficie
- 1 cucharada de azúcar
- Bastoncillos de azúcar
- Lo primero que tenemos que hacer es derretir la mantequilla al baño maría o en el microondas a baja temperatura. Dejamos enfriar.
- Ponemos en un bol los dos huevos.
- Batimos los huevos.
- Incorporamos la mantequilla fundida.
- Mezclamos bien.
- Añadimos ahora la harina tamizada y también el azúcar.
- Incorporamos la sal y la levadura, también tamizada. Mezclamos.
- Echamos la piel rallada de un limón (solo la parte amarilla) y mezclamos, primero con una cuchara de palo y luego con las manos.
- Damos forma a nuestro pan y lo ponemos en una bandeja de horno, sobre papel de cocina. Lo pincelamos con leche o con un huevo batido.
- Echamos azúcar en la superficie y también bastoncillos de azúcar.
- Horneamos a 170º (horno precalentado) durante 40 minutos aproximadamente.
Más información – Rosquetes de Semana santa de mi tierra
Sé el primero en comentar