¿Habéis visto qué delicia de patatas? Crujientes y tostadas por fuera y suaves por dentro, con todo el sabor de los ajos fritos, la cebolla y el pimiento verde. Pues estas son las famosas patatas panadera, tan frecuentes en toda la gastronomía española como acompañamiento de platos de asados de carne o pescado. Incluso, en casa, nos gusta mucho acompañarlas con huevo frito, chorizo y morcilla.
La única pega de este plato es que debemos prepararlo en el momento, porque luego las patatas una vez frías y recalentadas no están tan buenas. Eso sí, podremos dejar todo cortado y listo para freírlo en el último momento. Si lo hacemos así, las patatas las debemos conservar sumergidas en agua para que no se oxiden y después, escurrirlas muy bien antes de freírlas.
También podemos dejarlas muy adelantadas en la fritura y terminarlas en el horno con el asado que estemos haciendo (carnes o pescados). En cualquier caso, la clave para unas buenas patatas panadera es no tener prisa.
Patatas panadera para un acompañamiento perfecto
Patatas panadera, un acompañante bien castizo para nuestros mejores platos de carnes, pescados y huevos.
Que ricas ¡
Gracias por esta receta tan sencilla