Ingredientes
- Para 4 personas
- 4 pechugas de pollo
- 3 dientes de ajo
- 1 cucharadita de orégano
- 1 cucharadita de romero fresco picado
- 2 limones
- 100 ml. de vino blanco
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta negra
- Sal
Una receta muy rica y sencilla de preparar, es perfecta para los peques, y también para los papis que están en plena operación bikini. Acompáñalas de una buena ensalada o un arroz blanco.
Preparación
En una sartén calienta unas cucharadas de aceite de oliva. Añade los ajos picados y deja que se sofrían a fuego lento durante un minuto sin que se lleguen a dorar. Añade el vino blanco, la ralladura de un limón y 4 cucharadas de zumo de limón. Una vez empiece a reducir agrega una cucharada de orégano, otra de romero picado y un poco de sal. Deja que todo hierva y vierte la salsa en una fuente para hornear.
Salpimienta las pechugas de pollo y colócalas en la fuente de horno, haciendo que se impregnen muy bien en la salsa. Acompaña las pechugas con unas rodajas de limón y colócalo con ellas.
Pon a precalentar el horno a 180 grados y deja que las pechugas se asen durante 30 minutos a 180 grados, hasta que veamos que el pollo se ha dorado.
Una vez pasado ese tiempo, saca las pechugas y tapa la fuente con papel de aluminio. Deja que reposen así 10 minutos más.
Después, solo tendremos que servir las pechugas de pollo bien calentitas con la salsa, y acompañarlas de una buena ensalada o un poco de arroz.
¡¡Ricas y jugosas!!
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