Vamos a preparar una especie pesto con una de las verduras más bonitas que podemos encontrar en el mercado: el brócoli romano.
Este pesto podéis utilizarlo en vuestras tostas, para acompañar platos de arroz o de pasta e incluso para dar un poco de alegría a carnes y pescados a la plancha.
¿Os animáis a probarlo? Si no tenéis brócoli romano no dudéis en sustituirlo por el brócoli tradicional. Obtendréis una crema de color intenso que estará también deliciosa.
- 300 g de brócoli romano
- 30 g de parmesano
- 30 g de nueces
- 10 g de piñones
- 10 g de perejil
- 70 g de aceite de oliva virgen extra
- Troceamos el brócoli y lo lavamos.
- Lo cocinamos en agua hirviendo.
- Una vez cocido lo sacamos del agua y lo ponemos en un bol de agua fría para cortar la cocción.
- Tras un minuto lo sacamos, lo escurrimos y lo ponemos en nuestro vaso para triturar. Ponemos ahí también el parmesano, las nueces, los piñones y el perejil.
- Lo trituramos.
- Incorporamos el aceite y la sal que consideremos necesaria. Trituramos de nuevo.
- Lo ponemos en un tarro o en un bol si lo vamos a consumir inmediatamente.
Más información – Tostas de escabeche de pollo y rúcula
Sé el primero en comentar