Tras estos dos días tan especiales: Halloween y el Día de Todos los Santos, este primer fin de semana de Noviembre queremos disfrutar con los peques preparando con ellos una receta muy divertida y especial que nos ayudarán a cocinar. Unas divertidas piruletas de pizza, que básicamente son pizzas enrolladas, que pueden ir con el relleno que más les guste. En nuestro caso, las hemos rellenado de chorizo o pepperoni y estaban deliciosas. ¿Te animas a prepararlas? ¡Son facilísimas de hacer!

Piruletas de pizza

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¿Habías hecho alguna vez unas piruletas de pizza? Ya no tienes excusa para no probarlas

Ángela

Cocina: tradicional
Tipo de receta: entrantes
Raciones: 10

Tiempo total:

Ingredientes

Masa de pizza fresca o masa de pizza casera
Tomate frito casero o tomate triturado
Un paquete de queso mozzarella rallado
250 gr de pepperonio u otros ingredientes que te gusten
Palitos de pincho moruno

Preparación

Pon a precalentar el horno a 180 grados. Estira tu masa de pizza fresca o masa de pizza casera que puedes preparar con nuestra receta, hasta que quede bien repartida por toda la mesa de trabajo. Ponle un poco de harina esparcida por debajo para que no se pegue a la mesa.
A continuación pon encima de la masa de pizza una buena capa de tomate frito casero o tomate triturado, el que prefieras, hasta tapar toda la superficie. Una vez que lo tengas bien repartido, añade el queso rallado por toda la pizza y las rodajas de pepperoni. (Si no te gusta el pepperoni, puedes prepararlas con cualquier otro relleno como jamón cocido, bacon, pollo, atún, etc).
Enrolla la masa, hasta que quede hecha un buen rulo. Con la ayuda de unas tijeras, corta la masa en tiras de un tamaño aproximado de unos dos dedos. Una vez tengas cortadas cada una de las caracolas, colócalas sobre un papel de horno y pon todo en la bandeja del horno.
Hornea durante unos 15 minutos a 180 grados, hasta que veamos que el queso se ha derretido y los rollitos están dorados. Ahora, en caliente, solo te queda pinchar cada rollito con el palo de pincho moruno y dejar que se enfríen un poco para poderlas comer.