Esta receta está echa con gran pasión y homenajeando el color y potencial del vino tinto. Es un plato riquísimo para todas las edades ya que el alcohol se evapora totalmente al estar cocinado, pero nos dejará ese carácter junto a la suavidad de la carne de pollo. Lo acompañaremos de unas deliciosas patatas fritas y unas pequeñas cebolletas en vinagre. Espero que disfrutes de este plato.
Puede también conocer nuestros guisos de pollo cocinándolo a la cerveza o asado con patatas y manzana.
- Medio pollo troceado
- 2 cebollas pequeñas
- 4 dientes de ajo
- Un cuarto de pimiento verde
- 200 ml de vino tinto
- 200 g de tomate frito estilo casero (sin verduras)
- Un puñadito de cebolletas pequeñas en vinagre
- Una hoja de laurel
- Un chorrito de aceite de oliva
- Sal
- Una patata grande para freír
- Aceite para freír la patata
- En una cazuela algo amplia echamos un chorrito de aceite para freír el pollo. Colocaremos el pollo sobre a superficie de la cazuela bien limpio, troceados y con su sal. Lo vamos a freír a fuego medio-alto hasta que se doren todas las piezas.
- Cortamos la cebolla y el pimiento verde en trocitos pequeños, lo añadimos a la cazuela, bajamos el fuego y lo vamos a rehogar todo junto poco a poco.
- En un mortero echamos los cuatro dientes de ajo y los trituramos. Los echamos en la cazuela y lo envolvemos con el resto. Dejamos que se cocine durante un minuto.
- Añadimos la salsa de tomate y el vino tinto y la hoja de laurel. Lo removemos todo bien y dejamos que se cocine a fuego medio-bajo alrededor de 15 minutos.. Un par de minutos antes añadimos las cebolletas para que se cocinen. Rectificamos de sal si es necesario.
- Pelamos y cortamos en cuadraditos la patata. Lo metemos en el aceite bien caliente y las freímos hasta que esté dorado. Apartamos.
- A la hora de emplatar echamos los trocitos de pollo necesarios con su salta y lo acompañaremos de las patatas fritas.
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