Jamás hubiera pensado que preparar un jugoso y sabroso pulled pork fuera tan fácil.
Sólo necesitamos un buen trozo de carne de cerdo que no sea excesivamente magro. Por eso la aguja va bien para receta ya que tiene algo de grasa.
También es importante tener una marinada equilibrada para que le dé sabor. En el caso de esta receta hemos utilizado salsa y especias picantes como el chile para darle, además, un toque picante pero no es excesivo.
Pero, sin duda, el secreto es el tiempo para que se quede tierna. Así que es importante respetar los tiempo marcados y también la temperatura para que la pieza se haga suavemente.
Después, para tener un pulled pork delicioso, hay que deshebrar la carne. De este modo tendremos una carne apetitoso para hacer unos exquisitos bocadillos.
- 800 g de aguja de cerdo
- 50 g de cebolla
- 4 dientes de ajo
- 2 g de chile molido
- 5 g de pimentón de La Vera
- 5 g de salsa Worcestershire
- 10 g de pasta o concentrado de tomate
- 15 g de mostaza
- 40 g de ketchup
- 80 g de vinagre blanco
- 30 g de azúcar moreno
- Sal y pimienta
- 1 hoja de laurel
- Aceite de oliva
- 500 ml de agua
- En una olla amplia vertemos un chorro de aceite de oliva, cuando esté caliente doramos la aguja de cerdo para sellarla y que los jugos se queden dentro de la pieza.
- Mientras, en el vaso de la batidora ponemos el resto de los ingredientes excepto la hoja de laurel y los trituramos.
- Cuando la carne ya esté lista vertemos la pasta a la carne, la hoja de laurel y añadimos el agua. Dejamos que la salsa tome temperatura y que hierva durante unos 5 minutos.
- Después bajamos la temperatura a temperatura suave y tapamos. Dejamos que se haga durante 3 horas, durante las cuales regaremos de vez en cuando la carne con la salsa. Y a cada hora le daremos la vuelta.
- Poco a poco veremos que la carne cada vez está más hecha, menos rígida y al final de la cocción la carne se empezará a separar. Lo que no indica que ya está lista.
- Desechamos la hoja de laurel. Retiramos la carne y la deshilachamos o deshebramos. Lo mejor es hacerlo con los dedos pero tendremos que tener cuidado de no quemarnos. Podemos dejarla unos minutos para que pierda calor.
- Mientras subiremos a fuego alto y, sin tapar, reduciremos la salsa hasta que esté concentrada y nos quede más o menos un tercio. En este punto es interesante no pasarse porque nos hará falta bastante salsa para que nos queden un bocadillos jugosos.
- Mezclamos la carne deshilachada con la salsa reducida y dejamos que repose un par de horas. Aunque lo mejor es de un día para otro.
- En el momento de servir, calentamos la carne reposada. Mientras, preparamos los bocadillos tostándolos en la tostadora o en la parrilla. Añadimos lechuga y coronamos con el pulled pork caliente.
- Servimos en el momento ya que la salsa ablandará los panes y perderán su toque crujiente.
Sé el primero en comentar