Esta receta de rosquetes de Semana Santa tiene tantos años como las marismas que rodean a la Bahía gaditana de donde proviene. Antaño, las abuelas y madres de mi tierra hacían la masa en barreños en las cocinas y en los patios, amasando mientras se contaban alegrías, penas, o chismes de la Malena o la Salvaora.
Daban forma a roscos y, a falta de un horno en casa, los llevaban a cocer al obrador del dulces del barrio o a la panadería, donde metían en un rincón las bateas de roscos a cambio de una pequeña cantidad pecuniaria, previamente acordada con el panadero en cuestión.
Hoy día, la tradición de ir a los hornos casi ha desaparecido, pero el espíritu se mantiene en las casas por suerte.
Sintiéndolo o alegrándome mucho, es una de esas míticas recetas que presume de contener aquella medida de harina tan popular: «la que admita» (dígase con el bello acento de las gentes mi Andalucía, si no no es lo mismo). ¿Conoces otras recetas donde necesitemos harina «la que admita»?
Rosquetes de Semana Santa de mi tierra
En días de Semana Santa, esta receta de Rosquetes no puede faltar en tus desayunos o meriendas
Esta es la receta básica, pero los hay de nata, de miel (como los de la imagen), pintados con huevo, con forma redonda, de trenza…
Imagen: lacocinadelinfante
hola,este tipo de rosco tambien se hace en el pueblo de Paradas,en Sevilla.Un saludo
Si es lo que digo, la repostería une… ¡Gracias por leernos y saludos a Paradas!