A quienes nos gusta este plato nos podrán llamar vampiros, pero nos da igual. La sangre, generalmente de pollo, guisada de esta manera está riquísima. No sabemos si la que beben los draculines estará igual de rica. Por cierto, la sangre de pollo contiene menos calorías que la carne, aporta buena cantidad de proteínas y por unas décimas no es un alimento 0% materia grasa. Eso sí, lo que le añadamos al guiso cambia la cosa.
A quienes nos gusta este plato nos podrán llamar vampiros, pero nos da igual. Esta Sangre encebollada está buenísima, no dejes de probarla
Ángela
Cocina: tradicional
Tipo de receta: entrantes
Tiempo total:
Ingredientes
750 gr. de sangre
2 cebollas gordas
3 dientes de ajo
600 gr. de tomate triturado
aceite de oliva
pimienta
sal
Preparación
Troceamos la sangre en dados no demasiado pequeños.
En una cacerola con un buen fondo de aceite, salteamos la sangre salpimentada a fuego medio durante unos 10 minutos. Tenemos que tener cuidado de que no se nos rompa al removerla. Cuando se oscurezca uniformemente, la retiramos.
Aprovechamos el aceite de la cacerola para rehogar la cebolla en juliana y los dientes de ajo picados. Añadimos un poco de sal. Cuando la cebolla esté bien transparente y tierna, vertemos de nuevo la sangre. Dejamos cocer a fuego lento con un poco de agua o vino, si no vamos a echar tomate, hasta que se reduzca la salsa.
Si añadimos el tomate, volcamos la sangre sobre la cebolla rehogada y dejamos cocer el guiso a fuego lento hasta que el agua del tomate se evapore y quede una salsa concentrada y bien roja.
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