Un entrante en forma de regalo sorpresa. Ideal para un menú navideño para niños. Los niños con la comida a veces pueden ser delicados y no quieren llevarse sorpresas que no les gusten, por lo que el relleno de estos saquitos está hecho para ellos. Las gambitas y el queso de untar son bastante aceptados por los pequeños.
Los paquetitos están hechos con pasta brick, de origen magrebí. Esta pasta es un tipo de masa de harina que se vende refrigerada o congelada en forma de finas obleas y que al ser muy flexible nos permite cocinar platos de diferentes formas que cocinados tienen una textura muy crujiente.
A la hora de trabajar con esta masa es importante seguir las instrucciones de manipulación, porque al ser fina se seca muy pronto y se puede rajar. Conviene por tanto mantenerla fresca y pintarla con mantequilla o aceite para manejarla.
Ingredientes: 1 brick de queso blanco para untar, 6 láminas de pasta filo, 100 g de gambas peladas, unas cuantas hojas de espinacas, caramelo líquido, cebollino, aceite y sal
Preparación:
Hacemos una mezcla con el queso y las gambas.
Salteamos las espinacas y las mezclamos con el queso.
Cortamos las láminas de pasta en cuadrados de 15×15, aproximadamente y ponemos un poquito del relleno en cada cuadrado. Recogemos los extremos y los cerramos con ayuda de una tirita de cebollino.
Pulverizamos con mantequilla o aceite y horneamos hasta que están dorados, unos 10 minutos.
Decoramos el plato con caramelo líquido.
Vía: Sopa de cocodrilo
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