La receta de hoy es sencillísima y perfecta para comer pescado azul. Especialmente sencilla además si las sardinas os la preparan en la pescadería y os evitáis tenéis que limpiarlas en casa.
A mi padre le encantan las sardinas a la brasa, pero en casa los más pequeños no se las comen hechas así porque les resultan demasiado fuertes. Haciendo las sardinas rebozadas nos queda un plato suave e ideal para que todo el mundo se coma las sardinas encantado.
- ½ kg de sardinas
- 1 huevo
- 2 cucharadas de harina
- 2 cucharadas de leche
- 1 cucharada de perejil picado
- ½ cucharadita de ajo en polvo o ½ ajo picado
- sal
- Aceite para freír
- Limpiar las sardinas eliminando la cabeza, las tripas y la espina central, dejando los filetes limpios, sin escamas. Podéis dejar los filetes dobles o individuales como más os guste.
- En un plato batir el huevo.
- Incorporar la harina, la leche, el perejil, el ajo y la sal.
- Mezclar bien con el tenedor hasta que quede una mezcla homogénea.
- Pasar cada filete de sardina por la mezcla de huevo.
- Freír en una sartén con abundante aceite hasta que se dore por ambos lados.
- Sacar los filetes de sardina y colocar en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Listas para servir.
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