Los scones son unos pastelitos típicos de Inglaterra que se suelen servir con el té. Son una especie de bollitos abizcochados, húmedos y tiernos. Pueden ser salados o dulces, y a veces contienen especias, chocolate o frutas.
A los niños se los podemos dar sea como aperitivo, desayuno o merienda, ya que los podemos acompañar con mermeladas, mantequillas, nata, chocolate, batidos, quesos y patés.
Ingredientes: 3 tazas de harina, 1 pizca de sal, media taza de nata, taza y media de leche, un poco de mantequilla, una cucharadita de levadura en polvo
Preparación: Mezclamos la harina con la cucharadita de levadura y con la sal e incorporamos la leche y la nata hasta formar una masa suave. Sobre una superficie enharinada, amasamos hasta formar un rollo, que dividiremos en bolitas pequeñas.
Colocamos los scones sobre una bandeja con papel antiadherente y los metemos en el horno precalentado a 250 grados durante 10 o 15 minutos hasta que estén dorados. Al sacarlos del horno los pintamos con un poco de mantequilla.
Imagen: BBCgoodfood
2 comentarios, deja el tuyo
Ayer los he hecho, pero he tenido que agregar una taza más de harina. El resultado final en cuanto a la masa es buena, han leudado correctamente y al día siguiente se mantienen bastante bien, un poco menos ligeros; pero por no llevar más que la grasa de la nata muy bien. He pensado en mejorar un poco el sabor con extraxto de malta, la proxima vez lo intentaré porque tal cual está la receta es necesario untarlos con mantequilla o mermelada para que sepan a algo.
Hola Paulina: tienes razón y a veces dependiendo, de lo ligera que quede la masa, hay que añadir más harina. Como dices, no son más bien sosos, y de hecho se comen siempre untados con algo, pero los scones son así me temo. ¡Gracias por leernos!