Para los amantes de los quesos, esta receta es espectacular. Tenemos una forma riquísima de mezclar el solomillo de cerdo junto a una salsa de nata mezclada de queso Roquefort. Gracias a la nata el sabor se suavizará y resultará ser una crema adictiva. Hay que freir toda la pieza entera del solomillo, después hacemos la salsa y finalmente cocinaremos todo junto. El resultado es digno de probar, es una receta facilísima y suave, creada para toda la familia.
- 1 solomillo de cerdo
- 60 ml de aceite de oliva
- 500 ml de nata para cocinar
- 100 g de queso Roquefort o queso azul
- Sal
- Pimienta negra molida
- Buscamos una sartén amplia, dónde pueda entrar el solomillo casi todo de largo. Echamos el aceite de oliva y lo ponemos a calentar. Colocamos el solomillo encima, echamos sal y pimienta a gusto y lo dejamos freír. Lo doramos por todos los lados.
- Cuando lo tengamos listo lo sacamos de la sartén y lo colocamo sobre un plato.
- En la misma sartén sin quitar el aceite echamos la nata para cocinar y el queso azul hecho trocitos. Lo removemos bien y lo ponemos a calentar.
- Mientras se está calentando no dejamos de dar vueltas para que se vaya integrando la nata junto al queso, añadimos sal al gusto. Es importante no taparlo porque se puede cuajar la salsa. Si observamos que salpica mucho, le bajamos el fuego.
- Si en el plato dónde hemos colocamos el solomillo observamos que ha salido jugo, añadimos esta poca salsa a la salsa de queso e integramos.
- El solomillo lo cortaremos en filetes y los meteremos entre la salsa.
- Lo dejamos cocinar hasta ver que se cocina bien la carne, alrededor de unos 5 o 6 minutos. Ya podremos servir junto a un poco de ensalada y unas patatas fritas.
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