Ingredientes
- 1 lámina de pasta brisa
- 500 g de uvas
- Para la crema:
- ½ l de leche
- 1 vaina de vainilla
- 100 g de azúcar
- Sal
- 5 yemas de huevo
- 600 g de harina
Para esta tarta primero, fabricaremos la base con una lámina de pasta quebrada o brisa (que es si es congelada, la sacaremos 30-40 minutos antes). Hay que poner peso encima y siempre propongo usar unos garbanzos que reutilizaremos en sucesivas elaboraciones. Las uvas van al natual y le darán un toque crujiente y de frescura. Si no tienes uvas, puedes usar fresas, arándanos, moras o la la fruta que tengas a mano.
Preparación:
1. Untamos un molde con mantequilla; estiramos la masa y forramos el molde. La pinchamos y colocamos peso por encima (unos garbanzos secos, por ejemplo). Horneamos a 200ºC durante 15-20 minutos. Cuando esté ligeramente dorada, la sacamos del horno, retiramos el peso y dejamos enfriar.
2. Para la crema, hervimos la vaina de vainilla en la mitad de la leche. Después, mezclamos el azúcar, la sal, la yema de huevo, la leche restante y la harina. Incorporamos la leche hirviendo poco a poco, sin parar de remover, hasta que empiece a hervir de nuevo. Pasamos esa crema por un colador y dejamos enfriar.
3. Vertemos la crema en la base de tarta y la dejamos cuajar en el frigorífico. Decoramos con las uvas lavadas y secas.
Imagen: foodgal
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