¡Esta tarta de leche condensada sin gluten es super fácil y está riquísima! tiene una deliciosa textura hecha con leche, leche condensada, huevos y maicena. Ingredientes sencillos, nutritivos y sin gluten.

Calentaremos la leche y la mezclaremos suavemente con los huevos para que no se cuajen con el calor fuerte. Tan solo tendremos que esperar a que espese al fuego, lo introduciremos en una tartera y lo hornearemos.

Después solo queda enfriar y acompañar con alguna crema o fruta fresca. Es un postre para acompañar a las comidas y cenas, pero también sirve como un riquísimo desayuno.

Tarta de leche condensada sin gluten

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Deliciosa tarta por su sabor y textura. Hecha con ingredientes básicos: huevos, leche, azúcar y maicena.

Alicia Tomero

Cocina: española
Tipo de receta: postre
Calorías: 240
Raciones: 8

Tiempo de preparación: 20M
Tiempo de cocinado:: 45M
Tiempo total:: 1H 5M

Ingredientes

1 litro de leche entera
397 g de leche condensada
3 huevos
100 g de maicena
2 cucharaditas de esencia de vainilla

Preparación

Echamos el litro de leche y las dos cucharaditas de esencia de vainilla. Lo ponemos a calentar y dejamos que comience a hervir solo un minuto.
En un cuenco echamos los 3 huevos y los batimos. Añadimos la leche condensada y los 100 g de maicena. Lo mezclamos bien.
Añadimos a la mezcla de huevo un poco de leche caliente y removemos. Volcamos otro poco de leche y removemos. Finalmente echamos la leche restante y volvemos a mezclar bien. Lo hacemos así para que los huevos no se cuajen al añadir la leche tan caliente, si lo hacemos poco a poco será lo adecuado.
Ahora es cuando volcamos toda esta mezcla nuevamente en la cazuela que va al calor. Lo programamos con calor fuerte un minuto y sin dejar de remover.
Después bajamos el fuego y seguimos removiendo para que vaya cuajando la mezcla y no se pegue en el fondo de la cazuela.
Escogemos un molde para horno. En mi caso he escogido un molde redondo de silicona y de 23 cm de diámetro. Untamos de mantequilla y echamos la mezcla.
Ponemos a calentar el horno a 180° con calor arriba y abajo. Lo metemos en el horno a media altura y lo dejamos hornear entre 40 y 45 minutos. La superficie ha de quedar medio quemada, si observamos que se quema demasiado la tapamos con papel de aluminio.
Una vez hecha la dejamos enfriar antes de desmoldar. Después la meteremos en la nevera para servirla bien fresquita.