Una receta más de tarta de queso, pero con un relleno sorprendente, pues a la crema de queso le ponemos un puré de frambuesas riquísmo y que le dará un color rosa genial. Después cortamos en rectángulos para hacer unos vistosos pastelitos individuales con el bonito color que le aportan los frutos del bosque (además lleva moras). Toda una explosión de sabor y color. ¿Por qué no cortar la tarta en forma de corazones? Tan poco hay por qué esperar a San Valentín…
Imágenes y adaptación: epicureanmom