En esta tarta sin horno lo que sorprende es el contraste, tanto de sabor como de texturas.
Por un lado tenemos la cremosidad de la crema que contrasta, sobre todo, con el chocolate crujiente que ponemos en la base.
Y por otro, el sabor ácido de los frutos rojos, el sabor dulce y suave de la crema de nata y mascarpone y el agradable sabor de la base de galletas.
Tened en cuenta que es necesario prepararla con unas horas de antelación y disfrutad después con la decoración para llevarla a la mesa bien bonita.
Tarta sin horno de frutos rojos
Una tarta sin horno con contraste de sabores y texturas
Más información – Pastel de coliflor y mascarpone
Hola,
Me ha llamado la atención que comentes que la parte con la que nos quedamos de la piel de limón es la parte blanca. Normalmente siempre es al revés… sólo la parte amarilla.
Hola, Lucía!
Tienes toda la razón del mundo. Es la parte amarilla, me he confundido al escribirlo…
Ya está corregido en la receta.
Gracias por darte cuenta y por decírmelo :)
Un abrazo!!