Traemos hoy una receta austríaca para comentar. Se trata de unas ricas galletas con canela y almendra que, aunque navideñas, pueden servirnos para cualquier momento del año. Su textura melosa y el sabor de la almendra tostada convierten a este sencillo postre en uno de nuestros favoritos.
Ingredientes:
1 taza y media de almendras tostadas
1 cucharada y media de canela molida
1 cucharada de ralladura de limón
2 claras de huevo
1 taza y media de azúcar glas
Azúcar granulada para rociar
Agua
Preparación:
En una bandeja de horno pondremos papel parafinado o papel con teflón. En el accesorio de la batidora que usamos para picar la verdura y demás dispondremos las almendras, la ralladura del limón y la canela molida. Tenemos que conseguir una pasta con todo esto.
En un bol montaremos las claras a punto de nieve o hasta que levanten picos, añadiremos el azúcar glas poco a poco. De este merengue tendremos que guardar un poco para luego, con un tercio de la taza nos servirá. Tápalo para que se conserve bien.
Cuando las claras y el azúcar estén listas las añadiremos a la mezcla de almendras y batiremos hasta conseguir una pasta firme. Sobre el papel parafinado dispondremos azúcar normal.
Aunque no te lo creas las galletas se pegan por eso lo ponemos.
Cogemos la masa, la trabajamos y cortamos con un corta pastas en forma de estrella (si tenemos), en caso contrario un vasito redondo nos servirá. La masa no debe ser demasiado gruesa. Ten en cuenta que no crece en el horno así que lo lógico es cortarla del grosor que le queramos dar en el mismo.
Sobre cada galleta pondremos un poco del merengue aligerado con agua. Las dejamos reposar durante una hora. Luego precalentamos el horno a 250 y bajamos a 200 grados cuando pongamos la bandeja. En una lata bien cerrada o en un recipiente nos aguantan 2 semanas sin problemas.
Imagen: Lidl.
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