Es fácil y sencillo. Para que el arroz quede más suelto, solo tienes que rehogarlo primero antes de cocerlo, con un poco de aceite o mantequilla en una sartén. De esta forma, solará todo el almidón y no se nos quedará mazacote cuando después lo pongamos a cocer.
Una vez que lo tenemos salteado o rehogado en la sartén, cuando le añadas el agua, remueve el arroz solo una vez después de añadir el agua, para que así, los granos se suelten. No vuelvas a removerlo hasta que no absorba todo el agua.
Recuerda, que las medidas de agua y arroz son muy importantes, por eso a no ser que el arroz sea especial y la medida lo indique el fabricante, utiliza siempre el doble de la medida de arroz, que de agua.
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