No todos los quesos se conservan de la misma forma y por eso hoy vamos a segmentar las formas de conservar un queso dependiendo del tipo de queso que vayamos a utilizar.
¿Qué tipo de queso quieres conservar?
- El queso fresco, es de los quesos más perecederos, y su periodo de conservación depende de su frescura. Para que te dure más tiempo una vez que lo has empezado a consumir, guárdalo en un tupper pequeño y coloca en el fondo del tupper unos trocitos de papel absorbente para que absorba así todo el líquido que vaya soltando. Cambia el papel a diario para que no fermente y de mañ olor.
- Los quesos crema que están envasados en tarrinas se conservarán mejor si una vez abiertos y pases mucho tiempo si consumirlos, lo congeles y lo puedas utilizar en patés, salsas cremas, etc..
- Los quesos blandos como el brie, o el camembert, se conservan bien en sus cajas de origen y siempre en la nevera. Una vez abiertos, si los vas a tomar pronto mantenlos en su caja y en sy papel, pero si vas a tardar un poco. es importante que los guardes con un poco de film transparente.
- En quesos como el cabrales, roquefort o gorgonzola que vienen sin envasar, una vez los consumas, colócalos sobre una bandeja de polispan recubierta de film transparente para que se conserven mejor y los olores no se expandan por la nevera. Sino, guárdalos en un tupper bien cerrado para que el contacto con el aire exterior sea mínimo.
- Los quesos manchegos en todas sus versiones (tierno, curado o semicurado) y quesos como el de bola, o el emmental, o el de tetilla se conservan bien envueltos sobre film transparente con varias capas para que queden bien aislados.
Otros tres métodos de conservación
- Meter en un tupper un recipiente con sal para que absorba la humedad y evite que se forme moho, la sal deberás cambiarla cada 3 o 4 días.
- Aunque suponga un desembolso inicial, no hay nada mejor como comprar una quesera para que el queso se conserve mucho mejor y durante más tiempo, ya que tienen una rejilla para regular el grado de condensación de su interior y mantiene así los quesos durante más tiempo frescos y sin moho, y sobre todo evitando malos olores en la nevera.
- Mete el queso en una bolsa de congelar que llevan doble cierre y que contiene un dispositivo con el que puedes hacer un «embasado al vacío», de esta forma al no entrar aire, no habrá fermentación.