Lo que haremos será lo siguiente. Saca el pan del congelador un par de horas antes de que lo vayas a comer. Y cuando hayan pasado esas horas, con la ayuda de un spray, rocíalo un poco con agua, para que quede de nuevo esponjoso.
Pon el horno a precalentar a 180 grados y cuando esté caliente, hornea el pan durante unos 5 minutos a 180 grados y te quedará como recién hecho.
Ya no hay excusa para no congelar el pan y disfrutar de pan tierno todos los días.
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