Si estamos acostumbrados a freír, tenemos que cuidar la buena conservación del aceite para que no pierda demasiada calidad según vamos usándolo para freír. Os vamos a ayudar con varios trucos.
Una noción básica es que si el aceite empieza a humear es que se está quemando. Ese aceite adquiere un sabor a «chamusquina» que se filtra en todos los alimentos que vayamos a freír en él. Además las propiedades del oro líquido se habrán quedado bastante degradadas. Debemos desecharlo para tirarlo al contenedor apropiado y poner uno nuevo.
Si somos de freír de vez en cuando, al dejar durante mucho tiempo el aceite de las frituras podemos hacer algo para conservarlo mejor. Tenemos que añadir un terrón de azúcar para que no se ponga rancio. Este aceite sobrante conviene guardarlo en un recipiente de boca ancha y echarle un chorrito de coñac, el cual formará una capa que conservará el sabor del aceite.
Para que el aceite te dure más tiempo limpio y sin espumas, cuando frías alimentos puedes agregar dos cáscaras de huevo. Hay otro truco de la abuela que es echar un clavo de los de ferretería nuevo y lavado ¿Funcionará?
Y para que el aceite no se impregne de los sabores de los distintos ingredientes de las frituras y estos acaben sabiendo al producto que freímos anteriormente, sobre todo si ha sido pescado, prueba a poner una patata pelada y sacarla cuando esté dorada o una cáscara de limón.
Imagen: Aceiteoliva